Argentinos somos todos: ayudemos al merendero «Los Indiecitos»

Conocemos y damos cuenta de la situación de este humilde y solidario merendero -ubicado en Villa Satyta, Anisacate-, en estos tiempos actuales de pandemia.

EDITORIAL: VÍCTOR PEREYRA – IMÁGENES: DE ARCHIVO

Los merenderos y comedores solidarios, han tomado gran importancia y están al frente a la hora de afrontar la pandemia por Covid-19 en nuestro país.

Cómo es de público conocimiento, dicha pandemia llegó aparentemente para quedarse un tiempo largo, y debemos adaptarnos y aprender a convivir con la misma; siendo por el momento, la única «medicina», el quedarnos en nuestros hogares, para así cuidarnos y cuidar al prójimo.

Y en ese contexto, no todo es tan fácil para gran parte de la sociedad argentina, ya que son muchas las personas que trabajan a diario para poder comer al día siguiente y el quedarse en casa se ha vuelto una complicación.

Quedarse en casa es la «medicina», pero para muchos, es a la misma vez, vivir en una especie de «agonía», sin saber sí habrá algo en la mesa al día siguiente.

La ayuda estatal se hace insuficiente, y a la par de esas realidades toman importancia, para gran parte de la sociedad, los merenderos y comedores solidarios; ya que muchas familias recurren a ellos para el alimento diario. Asimismo, existen personas que la están pasando mal, desde antes de la llegada del Covid-19, y que se encontraban previamente en una situación que no es nada parecida a una vida digna.

A razón de la actual pandemia la situación de muchos argentinos se agravó, apareciendo a su vez, la generosidad de muchas personas que tienen un merendero en su casa; dando así un abrazo a aquellas personas que más lo necesitan; como así también contención y esperanza, que hasta el momento ningún Gobierno ha logrado darlo.

En este caso ponemos en conocimiento la gran y valorada acción de un merendero llamado “Los Indiecitos”, el cual se encuentra ubicado en Villa Satyta, Anisacate.

Su fundadora y coordinadora, María Cristina Fernández, más conocida en la zona como la “La India”, cuenta a ALTA INFO cómo es la situación actual del merendero, como así también de qué manera es que los afectó la pandemia por el Covid-19; dejando una reflexión y dándonos aliento a colaborar con el resto de merenderos y comedores. La generosidad de la gente es infinita, estando siempre la ayuda de quienes dan más de lo que tienen.

¿Cómo surgió la idea del merendero?

La idea nació porque en el pasado con mis hijos pasamos muchas necesidades. No tenía trabajo y vivíamos en el Barrio General Arenales. En el barrio tenían un comedor llamado Pancitas Llenas. Todas las noches llevaba a mis hijos a cenar. Por esa razón, decidí devolver a la vida, la ayuda de lo que pasamos en el pasado con mi familia.

Actualmente ¿cómo funciona? ¿dónde está ubicado?

Actualmente funciona a distancia. Les llevo lo que dona la gente. Otras veces llegan a casa a retirar donaciones. Y estamos ubicados en la calle Mariano Moreno, en Villa Satyta, Anisacate.

¿Cómo les afectó la pandemia por el Covid-19?

Nos afectó muchísimo, ya que no nos podemos juntar, festejar los cumples, el día del padre. Al no poder juntarnos, nos pusimos muy tristes.

¿Reciben o recibieron ayuda estatal?

No recibimos ninguna ayuda estatal. Solo del Sindicato de Comercio de Alta Gracia, todos los meses, llegan o voy a buscar las donaciones. Leche, azúcar, mermelada, galletas. Ellos sí, desde hace un par de meses nos ayudan. Yo salía casa por casa a buscar gente de buen corazón que donara para hacer la leche, mate cocido, colación.

¿Cuántas personas reciben la ayuda del merendero?

Son 30 niños más sus mamás. Ellas llegan a la par de mis niños para pasarla genial. Nos llevamos muy bien con las mamás. Se sienten muy cómodas conmigo, gracias a Dios.

¿Tienen alguna otra actividad, algún taller?

La idea es crecer más y hacer talleres de comida, tejidos, bijouterie. Hacer cosas para apoyar a las mamás a salir adelante, como lo hago yo. Tengo tres trabajos: locutora, estilista y artesana; mis llaveros de la abundancia y también salgo a vender casa por casa.

¿Cómo subsiste el merendero?

Subsiste con donaciones y la buena voluntad de la gente. La divina providencia.

¿Planes a futuro?

Los planes a futuro son hacer el playón deportivo, para enseñar a jugar al hockey, hacer la plaza y seguir apoyando a las familias de mi merendero «Los Indiecitos«. Es para ellos. Que todas sus necesidades sean cubiertas. Vida digna, para todos.

¿Alguna anécdota para compartir?

Anécdotas muchas. Pero la que más me gustó fue jugar al carnaval con ellos. Correr por todos lados. Como una nena (ríe). Adoro ser parte de sus vidas.

Para finalizar, contanos qué pensás sobre la actual situación ¿alguna reflexión?

Reflexión. Sí, claro. Todo lo que está pasando de la pandemia significa que tantos ricos como pobres somos iguales. Lo que la gente tiene que entender que todos podemos hacer una pequeña diferencia en la vida de otras personitas. Seamos solidarios. La vida es corta. Si vas por la vida repartiendo amor verdadero, Dios, el Universo, te recompensan.

¿Cómo y con qué colaborar con el merendero «Los Indiecitos»?

Las necesidades son varias e importantes:

  • Frazadas
  • Sábanas
  • Ropa de abrigo
  • Calzado, medias
  • Juguetes

A su vez, también son necesarias sillas y mesas, o tablones; ya que el comedor actualmente solo dispone de un tablón viejo, dos bancos grandes, una mesa redonda de niños y ocho sillitas.

Para colaborar se pueden comunicar al teléfono 351-6613916 (Cristina – «La India»); o más bien dirigirse al comedor, en calle Mariano Moreno, Villa Satyta, Anisacate.

La reflexión y opinión personal que les dejo es la siguiente, «Argentinos somos todos», y todos juntos salimos adelante; no hay ricos, no hay pobres. La pandemia nos tiene que dejar como enseñanza que unidos somos invencibles; que Argentina es muy grande, que los ojos de los poderosos deben mirar más a sus alrededores; a las periferias dónde realmente está la gente que más sufre, la gente, que quizás, ni documentación tiene para recibir una ayuda estatal.

Ayudemos a ser un país más justo e igualitario. Argentinos somos todos.

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