Subida al Cerro Chato: la tendencia de la pandemia en Alta Gracia
Cientos de altagracienses han aprovechado las últimas semanas para llegar al lugar, ya sea caminando, en bici, a caballo o incluso en moto. Actualmente no se puede acceder por los campos que son de propiedad privada.
FOTO DE PORTADA: FRANCIS PRADA
Para muchas personas, la pandemia que actualmente se atraviesa, ha sacado a relucir lo mejor de cada uno en diversos aspectos, e incluso en relación a valorar lo que tenemos; incluyendo esto a lo que concierne a los atractivos naturales de donde uno habita.
Y en ese contexto, en la ciudad de Alta Gracia, la «tendencia» en las últimas semanas ha sido el ascenso, la subida, la caminata, al conocido «Cerro Chato«; un poco para escapar del ruido de la ciudad y buscar refugio en la naturaleza, y otro para practicar la actividad física.

Es así, que caminando, en bicicleta, a caballo e incluso en motocicleta, cientos de altagracienses han llegado a este tradicional cerro, ubicado a poco más de 8 kilómetros del centro de la ciudad, y a una altura aproximada de 1100 metros.
Dicho cerro no solo es preciado por su ubicación, pudiendo observar desde su cumbre el Dique Los Molinos y gran parte de Paravachasca, sino también por lo que uno se encuentra al llegar a lo más alto, siendo la «frutilla del postre», una particular y vieja heladera.

(Francis Prada Fotografía)
La habilitación por parte del COE, para actividades recreativas, como la caminata, provocó, de una manera u otra, que dicho ascenso se transforme en una especie de «moda», ya que si bien siempre se han realizado caminatas o cabalgatas al lugar, e incluso organizadas por la propia Municipalidad, durante las últimas semanas se ha multiplicado, principalmente por parte de jóvenes.
Siendo para muchos la primera vez que se llegaban a este rincón del Valle de Paravachasca; e incluso para otros tantos, la primera vez que oían hablar del mismo.

A su vez, y un dato no menor, acaso sea el principal de toda esta cuestión, es el acceso al mismo; ya que para lograr el cometido de llegar a la cumbre, se debe atravesar por distintos campos privados. Y dependiendo el camino que se elije, el total de terrenos a pasar es de dos o tres.
De esta manera, y a razón de la constante presencia de personas en el lugar, que incluso hacían la suerte de «pícnic«, esto ha provocado diversas consecuencias; lo que a su vez causó, que los propietarios de los campos, decidieran cerrar los accesos previos al «Cerro Chato«.

Campos privados previos al Cerro Chato
Foto: Leonardo David Sanrame
Campos privados previos al Cerro Chato
Foto: Leonardo David Sanrame
«Con el confinamiento apenas se pudo salir a caminar, casi masivamente mucha gente de la ciudad empezó a visitar estos lugares, tan masivo fue que ahora se restringe y prohíbe la entrada en ambos lugares. Porque son propiedad privada, porque la gente se abusó (palabras del dueño de uno de los campos que hay que atravesar para llegar al cerro) y porque muchos que van no respetan la naturaleza, ni el lugar y no lo cuidan (por esto lo entiendo).»
Expresó una vecina de Alta Gracia, que vio frustrado su llegada al «Cerro Chato».

(Francis Prada Fotografía)
Creación de un Reserva Hídrica Forestal
Por otra parte, desde las Comunas de La Rancherita y La Paisanita, se viene trabajando en la creación de la Reserva Hídrica Forestal Paravachasca.
Dicho proyecto incluiría en su territorio, parte de lo que hoy conocemos como Cerro Chato; consintiendo el mismo en un plan integral de reforestación y de cuidado de los cursos de agua tanto superficiales como subterráneos, incorporando biodigestores en las construcciones entre otros ítems.