Vir Quinteros sufrió la pandemia, pero logró reinventarse y continuar
La instructora de pole sport llegó a tocar fondo a razón de la pandemia por Covid-19, teniendo que incluso cambiar de lugar físico. Actualmente su escuela Marchenko Pole cuenta con 100 alumnos.
Vir Quinteros es una vecina altagraciense, instructora de pole sport y dueña de la escuela Marchenko Pole, siendo además, directora de la Asociación de Pole Sport y creadora de Xpressive Championship; tratándose este último, de un torneo de pole a nivel panamericano.
Hasta antes de la pandemia por el Covid-19, la escuela Marchenko tenía su lugar en la Avenida Hipólito Yrigoyen al 1300; pero desde hace poco tiempo se encuentra en Paraguay 548, en lo que era la ex academia de Walter Vergara. Allí se realizan distintas disciplinas, siendo una de las más fuertes, la del pole sport.
Actualmente se cuenta con un total de 100 alumnos, quienes concurren dentro de la franja horaria comprendida entre las 8 y las 22 horas; y con un cupo de 10 personas por horario, en lo que refiere al pole sport, ya que se cuenta con 10 poles para poder trabajar.
Desde que el pole sport se afianzó como disciplina deportiva en la ciudad, la misma fue incorporada en las ternas de Campeones de la Estancia, siendo Vir Quinteros una de las ganadoras.
Si bien la entrada de nuevos alumnos es algo constante, en el último tiempo esto se evidenció un poco más. Pudiendo afirmar, que con pandemia mediante, el pole sport no decreció y hoy está más que activo en la ciudad de Alta Gracia.
A propósito de esto último, desde ALTA INFO dialogamos con instructoras de pole sport, para que nos cuenten sus sensaciones. Una de ellas es Vir Quinteros, que como se dijo antes es también directora de la Asociación de Pole Sport. Por lo que a continuación, compartimos la entrevista:
¿Cómo es la situación de Marchenko actualmente? ¿La pandemia de qué modo afectó?
Arrancamos el año, en febrero, viniendo de un torneo en Jujuy. Yo estaba justo en un local nuevo. No hacía más de 4 meses que lo había abierto. Y bueno tuvimos que cerrar el 13 de marzo. Para mí, yo pensé que iba a ser sólo un par de semanas. Pero no. En mayo me empezaron a decir si podía empezar a dejar el lugar, porque para los dueños era una pérdida, un gasto.
Tuve un desalojo forzado en junio. Me lloré la vida. Hasta que por medio de la Asociación de Pole Sport que tengo, presenté mi protocolo ante el COE, diciendo que yo no tengo nada que ver con la rama de los gimnasios, que el pole sport es otra cosa; ya que desde el día uno se utiliza el alcohol, la distancia y todo lo que hoy por hoy se usa, por ejemplo.
Así que bueno, me reinventé. Fui la primera que habilitaron en Alta Gracia. Fui la primera y la única que me presenté. Y bueno, después agarré y alquilé un espacio mucho más grande, gracias a Dios. La pandemia sí me hizo tocar fondo, pero gracias a todos los alumnos que tenemos, comencé en un lugar el triple de grande, de lo que yo había imaginado. Y en este momento con más de 100 alumnos en la parte de pole sport. Por lo menos estamos bien. Nos afectó, pero gracias a la trayectoria de Marchenko de ochos años, las chicas me siguen.

¿En los últimos meses creció el interés de la gente en realizar pole en la ciudad?
Puede ser que la gente, al estar en principio los gimnasios cerrados, y esto también se trabaja con el peso del cuerpo, sería como el peso muerto, sí, entraron bastantes, por lo menos en nuestro lugar. Hay varias academias de pole, pero no todas trabajamos en lo mismo; ya que el pole sport tiene varias ramas. Nosotras como que por un lado seguimos el nivel de chicas que se dedican como hobbie en el pole, y tenemos las que se preparan para competir todos los años, sí o sí. Tenemos otro tipo de preparación. Marchenko es diferente, es pole sport al cien por ciento.
Las demás academias, es como que van y hacen figuras, pasan el tiempo. En cambio lo nuestro es más deportivo. Sí o sí es otra preparación. Nos gusta entrenar de otra manera y sacar lo mejor de cada alumna; para que cuando llegue el momento, como todos los años lo veníamos haciendo, ir a competir dentro y fuera de Argentina.
¿Qué es lo primero que te dice una chica, o chico, interesado en hacer pole? ¿Cuál es el promedio de edad de la mayoría de gente que asiste?
Siempre los primeros que entran, te preguntan qué es lo que trabaja el cuerpo y sí cualquiera lo puede hacer. De tal y tal edad o el peso. Es lo primero que te preguntan. No tengo muchos hombres, ya que van nenas de 7 años a 58 años.

¿Trabajan en conjunto con otras escuelas de pole, en algún sentido?
Se que existen cuatro lugares, pero tienen en sus casas que no sería lo mismo que nosotros hacemos. Desde la Asociación de Pole Sport de Alta Gracia, solo somos dos las escuelas las oficiales: Marchenko y Meraki. Porque las demás no se unen. Está todo más que bien con todos, pero la propuesta fue para todos y nadie quiso formar parte.
¿Cómo definirías al pole? ¿Por qué crees que la gente se debe sumar a hacerlo?
El pole es algo acrobático y coreográfico. Es una mezcla de ballet, de danza, de aeróbico. Tiene muchos complementos. Todo se trabaja en el pole. Te trabaja todo lo que es piernas y brazos. En realidad todo el cuerpo, porque desde el día que se comienza, se empieza a levantar el propio peso muerto. Es como comenzar el primer día del gimnasio y te hacen levantar una pesa de 60, 70 kilos.
Y en el pole, ya a los dos o tres meses el cuerpo empieza a cambiar. Y empezás a ver muchísimas diferencias. Se maneja también el tema de la flexibilidad, por lo que es todo un complemento. Se arman coreografías, con figuras… Y las mismas chichas, al verse los cambios, siempre te van exigiendo más y más. Y para mí es mucho mejor y más fácil. Y que se animen de chicas de pasando los 40 o 50 años, eso también es muy, muy bueno.
Lo recomiendo para todas las edades. Es impresionante cuando pasa el tiempo, ya vas viendo cómo se te va formado cada músculo. Y por ese lado creo que llama la atención, que las chicas les gusta verse diferente en los primeros meses. Ya después no se puede parar, y ahí es cuando viene el tema de la competición.
Es un cable a tierra para todo el mundo. Acá se trabaja, se descansa, se disfruta, respetando siempre que esto es un elemento, siempre hay que estar concentrado, porque estás agarrado de tus propias manos. Ese es el lado acrobático del pole sport.
