Raúl Godoy tuvo su última despedida en la Cuesta de Argel
Las cenizas del gran maestro llegaron a lomo de caballo al lugar que lo vio nacer y crecer, en el límite con la Pampa de Achala. Casi un centenar de jinetes participaron del último adiós a este grande de la cultura y del tradicionalismo.
Este sábado 25 de septiembre, la localidad de San Clemente fue epicentro de una jornada más que emotiva, con lo que fue el último adiós y esparcimiento de las cenizas del gran maestro de la danza Raúl Agustín Godoy.
Es así, que pasada la hora 8 tuvo su comienzo la ceremonia de responso a Raúl, a unos metros de su querida «Guayra» y de la mano del cura párroco Claudio Molina, siendo el «maestro de ceremonia» Edgardo Molina, integrante de la Agrupación Gaucha Padre Buteler.
En dicho acto, se leyeron distintos textos escritos por personas que vieron marcada su vida por la presencia de Godoy, destacándose las de otro nativo de San Clemente, Don Rodolfo Ledesma, compañero del Fortín Gaucho El Mollar.
Asimismo, no faltaron de la mano de músicos invitados el folclore que Él siempre inculcó, como la Jota Cordobesa; destacándose a su vez el baile de una zamba por parte de una eterna compañera de Raúl, la bailarina altagraciense Itatí Pereyra, siendo más que emotiva la danza alrededor del caballo que en su lomo llevaba la urna con las cenizas del maestro.
Terminado ello y con la presencia de familiares directos del querido profesor, como sus hermanos Gerardo y Luisa, dio comienzo la cabalgata que terminaría varios kilómetros después y a prácticamente 2000 metros de altura, en su amada y nunca olvidada Cuesta de Argel.
De dicha cabalgata participaron alrededor de 100 jinetes, de distintos puntos de la provincia y el país, siendo ello una muestra del «alcance» que Raúl tuvo en todo el territorito nacional.
Una vez en el límite con Pampa de Achala y divisando la vieja casa de sus padres, es que las cenizas fueron esparcidas. Por otra parte, desde la Academia Vivencias Serranas en una especie de «gruta» donde se encuentra una imagen del Cura Brochero y una cruz de tabaquillo, se dejó instalada una placa en la que se destaca un cóndor andino y brinda homenaje con unas sencillas palabras, a quien marcó la vida de tantísimas personas.
De esta manera se puede decir que se le dio un broche de oro a todo lo que Raúl inculcó desde sus inicios en la vida académica y que desde el pasado 24 de abril del 2021, a pesar de su ausencia física, incluso se ha acrecentado en cada una de las personas que lo conocieron; siendo un claro ejemplo de ello, el fiel cumplimiento a lo que había dejado expresado para cuando pasara a otra vida.
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