La rivalidad no decepciona: un clásico lleno de pasión

Este viernes se jugó el clásico de la Primera de Handball dónde se volvieron a cruzar MAG y El Anglo por la Copa Alta Gracia. La Muni logró una importante victoria en un encuentro muy disputado, con un resultado final de 31 a 24 a su favor.
En los primeros 30′ ambos equipos se mantuvieron codo a codo en el marcador, demostraron su calidad y no se dieron tregua en ningún momento. Con un juego muy igualado y un resultado que se mantuvo muy ajustado (MAG 15- 12 Anglo). Esta igualdad en el juego se notó por la ejecución de algunas malas decisiones, falta de efectividad en jugadas claras y un gran rendimiento individual de ambos arqueros, que asumieron responsabilidad de los errores de sus compañeros.



Durante el transcurso del segundo tiempo «La muni» logró afianzarse mejor dentro de la cancha, mejorando sus tareas defensivas y el rendimiento colectivo del equipo. En la zona ofensiva, mejoraron su efectividad por acciones individuales destacadas de algunos de sus jugadores.
En contrapartida, se observó un Anglo que anhelaba llevarse el clásico e intentó todo lo que pudo para igualar al rival. El conjunto mostró un gran desempeño, pero la falta de resolución en el último trecho de la cancha se vió reflejado en el resultado que terminó favoreciendo a la Muni.


Finalizado el partido nos acercamos al goleador del encuentro, Federico Golato, que convirtió ocho goles para su equipo. Primero, destacó la gran participación de los jugadores Juniors en Primera, y también nos brindó una breve conclusión de lo que fue el partido para él, diciendo lo siguiente:
«Pudimos meter bochas claves. Los arqueros estuvieron muy bien. Nosotros tuvimos muchos errores. Eso sin sacarle merito a los arqueros. Tiramos muchas pelotas afuera y a los palos. Si bien cuenta para los arqueros, a nosotros nos pesa una pelota errada».
FEDERICO GOLATO.
Ambos equipos demostraron estar a la altura de un partido de esta categoría y nos deleitaron con un clásico apasionante para todos los espectadores. Pero las hinchadas, sin duda alguna, fueron un punto determinante para darle un clima especial a esta jornada, con ruidos ensordecedores que no paraban de crecer. Los jugadores, motivados por el factor anímico de las tribunas, mejoraron notablemente su nivel de juego a medida que pasaban los minutos. Supieron demostrar porque este encuentro siempre es dignó de pasión.


